"Para ser grande sé entero.
Nada tuyo exageres o excluyas.
Sé todo en cada cosa.
Pon cuanto eres en lo mínimo que hagas.
Por eso la luna brilla toda en cada lago,
porque alta vive"

Fernando Pessoa

Encuentros con la arterapia en abril, mayo y junio 



Nou taller d'arteràpia a Girona
Dissabte 6 d'abril de 2013





Stage de arterapia

Como adentro es afuera
Ramon Ballester con la colaboración de Emma Raventós



Este es el ciclo de talleres de arterapia para los próximos meses.

Cuatro estaciones de arterapia 2012

Otoño donde seguimos pisando las hojas,
recordando el sonido que acompaña nuestros pies.Invierno de cristales velados, manos en los bolsillos, calor de llegar a casa.Primavera despierta de sol, ir a tu encuentro.

.. el punto de partida, la llegada … el Verano.

Estaciones, momentos por los que pasamos una y otra vez …
…como si de un espiral se tratara.

Una propuesta para hacer creativo cada instante de este ciclo,
para dedicarte a ti, a tus cosas, a tu mundo ...

Otoño, invierno, primavera_ Coordinados por Emma Raventos y Ernest Rossell
Verano _encuentro con el equipo de la eaM

Sábado de 10 a 14 y de 16 a 20 hs.

Fechas
_11 de febrero 2012
_12 de mayo 2012
_ 29, 30 de junio y 1 de julio, Stage residencial 2012

Lugar
_el taller de la eaM (Barcelona)






IV promoción de la Formación en Arterapia Gestalt de la eaM

_escuela de arterapia del Mediterráneo



Al fin ya llegó.

Al fin podemos decir . empezamos ... empezamos otra nueva andadura... otro largo viaje de cuatro años, en el que un nuevo grupo se embarca en esta, la IV promoción de la eaM.

Vamos a tener abierta la posibilidad de inscripciones durante un tiempo, de manera que si estás interesado en comenzar ponte en contacto con nosotros y hablaremos de cómo puedes hacerlo.

Aquí os dejamos más información, y siempre llamando al Taller (93 232 4111 ) o escribiendo un mail a escola@eltallerdelaeam.com os atenderemos de la mejor manera posible.

Buena andadura y buen viaje a esta IV promoción que comienza !!!
TALLER DE ARTERAPIA EN BARCELONA, Módulo 2


Todos para uno, uno para todos

Como es estar contigo y

con el mundo de una forma creativa

Crear con otro requiere improvisar, fluir, entender-te (o no).
Crear con otro es como Crecer.

La experiencia de ir viviendo, te enriquece
integrando lo externo a ti y haciéndolo propio.

En contacto con los demás puedes visitar
rincones muy íntimos de ti,
en los que solo puedes llegar acompañado,
pues no son solo tuyos, son nuestros

Taller introductorio de arterapia
Todos para uno, unos para todos.

Realizados en mayo de 2010 / mayo 2011
de 10 a 20 hs.

tienes más información aquí

TALLER DE ARTERAPIA EN BARCELONA, Módulo 1

DE VIAJE HACIA UNO MISMO.

La búsqueda del tesoro


¿Cómo es tu mundo interno?

¿Cómo es tu manera de percibirte?
¿Cómo te guías?

El mundo es un mapa a descifrar
todo lo que nos rodea es un mensaje que nos muestra el camino
hacia uno mismo,
la experiencia, … darse cuenta que el tesoro está AQUÍ,
en TI.

Descubres, te pones a andar y vas revelando las señales del camino.
Abres las puertas de ti mismo,
recorres sus estancias, sus rincones,
y tal vez encuentres… tu tesoro olvidado.


Taller introductorio de arterapia
DE VIAJE HACIA UNO MISMO. La búsqueda del tesoro

Realizados en marzo de 2010 y abril de 2011
de 10 a 20 hs.

tienes más información aquí

"...la creación es la manera más auténtica de ejercer el Yo"


Así finaliza el siguiente artículo de Ramón Ballester, de quien he aprendido mucho de lo que se como arterapeuta. Comparto con Ramón esas palabras !!

Este artículo puedes verlo también en la web de la eaM .. www.eam-arterapia.com



unas notas urgentes sobre Arterapia

_Ramón Ballester

Si sólo digo lo que digo, no digo nada

Digo pues y dedico este texto a quien no va a poder leer lo que no digo

Pues necesita urgentemente la Arterapia

He pensado que te era necesario saber alguna cosa más sobre este tema tan interesante y tan en boga de todos, estos últimos días. Arteterapia la llaman, o terapia artística. No sé. Yo la llamo en la intimidadArterapia. Así la digo desde que la conocí, tiempo ha. Y viene y me sonríe. A estas alturas nos hemos amigado, hecho migas. Yo hablo de ella, hablo mucho, como si la conociera de toda la vida. Suelo hablar mucho. Ahora me atrevo a enseñarla a algunas personas que la quieren conocer. Y la conocen y pasan a relacionarse con ella como yo. Y llega un momento en que se amigan también y ya dejo de hacer de intermediario

He escrito estas notas para decirte. Decirte de cosas que seguramente sabes y cosas que puede no. Cosas sencillas de Gestalt, de arte, de terapia y finalmente de Arterapia Gestalt desde un enfoque integrativo. Cosas de mi experiencia, que se me ocurren, ocurrencias. Voy a decirte cosas que se han hecho mías por pura práctica. Como quien dice, voy a decirte de mi

“En vez de llegar a una maestría, es llegar a un principio”

Carlos Gaya (pintor)

arte

Puede que haya habido un tiempo en que algunos términos tuvieran una cierta pureza, no sé… Puede que algunas ideas, antes de popularizarse mantuvieran su sentido. En la actualidad, en este tiempo que todos vivimos inmersos en una vorágine de consumistas consumidos, las ideas anteriormente cultas están bastante corruptas y viciadas. Con el abuso de su uso han ido perdiendo el sentido genuino y la ignorancia las vuelve tópicos. Así, la idea de “arte” está tan deteriorada en la actualidad, tan asociada a la cultura… y está tan deteriorada la idea de cultura en la actualidad, tan asociada al ocio… y tan deteriorada la idea de ocio, tan asociada al negocio que al final todo es susceptible de merchandising o no es

El arte grande, inmenso, el que nos trasciende, pues eso, nos trasciende. Los “lugares” artísticos con sus megaconstrucciones, se convierten en parques jurásicos para visitantes en viaje de novios. Las obras de arte se encuentran en grandes mausoleos, grandes aparcamientos o grandes almacenes, donde los turistas pasean, miran, hacen fotos y compran objetos de arte. A los artistas como a los curas, les cuesta sobrevivir sin subvenciones. Viven mejor, no mucho pero mejor, los artesanos. El Arte como la religión, pasa a ser un instrumento más de control y manipulación del personal o/y de consumo

Así, el arte que manejamos es entonces esa colección de láminas que vienen con el dominical del País, aquellos libros gordos y preciosos que van haciendo mi librería del salón, los Cds que van cayendo o bajando, pues de jazz, popi o clásica, aquellas fotos tan bien conseguidas cuando fuimos a Florencia o Palenque, la peli del miércoles-día del espectador, tan interesante, esos cuadritos tan monos del lote de Ikea, la escultura de autor tansugerente del pasillo, en fin…

Arte”, explica Marc Muret, etimológicamente viene de una raíz indo-europea “are” que significa adaptar, ajustar. Aparece en griego como “artuo”, articular, y después en latín con la palabra “ars-artis” ,manera de hacer o manera de ser. “Ars” se opone a “iners-tis”, sin arte, inerte. Así pues arte es manera, talento, saber hacer, habilidad, destreza. Es sinónimo de, y selecciono unos pocos, gracia, gusto, maña, oficio, técnica, experiencia, talento, genio, capacidad, disciplina, método, artificio, astucia, inspiración, vocación…

No es derrape caracterial este derroche de verbo. Me parece necesario ilustrar una de las acostumbradas confusiones dentro de este, ya confuso, territorio de la arterapia. Me interesa distinguir y señalar tres acepciones que devienen de su etimología y consecuentemente de su historia. Una es “Arte”, el Arte concebido como ese concepto filosófico unitario de ciertas artes, las grandes, las bellas, las que, desde el consenso estético, se entienden como tales: pintura, escultura, arquitectura, música, literatura, teatro, danza e incluso el cine. Otra acepción incluiría “las artes” las artes menores o aplicadas, los oficios, los “techné”: vidriera, mosaico, artes textiles, glíptica (talla de piedras preciosas), esmalte, cerámica, ebanistería, orfebrería y vidrio. Una tercera acepción se referiría al sentido de habilidad, maña, manera de hacer, que puede tocar todos esos elementos incluidos en el proceso creativo, en el “Acto Creativo”

Estos tres sentidos entran, a mi modo de ver, en el trabajo arterapéutico en diferente nivel. El Arte, el gran arte como actitud, como aquello que abarca una postura de vida en la que uno se erige como artista de su propia vida. Las artes, como lenguajes artísticos, canales de expresión o campos de aplicación. Y la habilidad en la acción, que implicaría todo el trabajo terapéutico propiamente dicho, el trabajo con la actitud gestáltica, el trabajo con la escucha, con los mecanismos de defensa, etc

terapia

Voy a decir sobre el aspecto terapéutico del arte y no voy a desarrollar, aunque si nombrar, otros conceptos estéticos que considero indicadores indispensables en el proceso de transformación que puede suscitar el empleo de “las artes”. Me refiero a la proporción, la armonía, la belleza, lo sublime, la verdad o el amor. Sólo los nombro

Ya nuestra cultura va permitiendo y va siendo aceptado como una necesidad, el hecho de conocerse. Y ya se va entendiendo la terapia como una vía de autoconocimiento, y la gestalt en particular como una vía del corazón, tanto en el sentido del trabajo sobre lo cotidiano como del Trabajo Interior, el trabajo sobre el ser. Pero todos los del gremio asistimos con estupor, a esa popularización del término que lo hace tonto y consumible, como todo tipo de formas de autoayuda y variopintos métodos de “curación” con cualquier cosa. Entonces se hace negocio la sanación fácil. El ego malo es vituperado públicamente como si de un pringadillo famoso de la tele se tratase

Pienso en el proceso terapéutico como un despertar progresivo en la experiencia. Lo que llamamos trabajo se convierte así en una investigación que conlleva una cierta manera de mirar y hacer, una escucha, una autoobservación sostenida, una comprensión de los juegos y un entrenamiento de la conciencia. Como aprender la mecánica y el manejo de la bicicleta, su dinámica, las sutilezas del movimiento, la gracia del fluir hasta no caerse. Hasta que uno conquista, porque lo siente, porque se lo hace suyo, el equilibrio. Y esto se da, sucede, en el encuentro con otro que está ahí prestando conciencia, señalando, mostrando que le ocurre con lo que ocurre, preguntando, proponiendo, confrontando. Porque es evidente que si logramos llegar al mirador, podremos ver el paisaje pero no nuestra montaña (hace falta el otro)

Es ese trabajo sobre, y a partir de, la conciencia lo que la despierta. Localizar el acceso a la central. Pues no es que se extravíe, es que se apaga, se decide apagarla, como se decide encenderla. Inmediatamente antes del olvido hemos de pensar que sí estamos siendo conscientes. Con lo que cuando me permito el lujo de perder la conciencia, cuando elijo no ser dueño y señor (senyor -el que tiene seny), su aparición entonces se vuelve algo fortuito e incierto. Un acompañante, un terapeuta me puede dar fuego cada vez que la apago, me puede ayudar a ver cómo lo hago, hasta saber como mantenerla encendida y/o encenderla si me despisto

Es también hacer de todo corazón, al cien por cien, no a medias. Porque si no ha sido así, es preciso volver y asumir de todo corazón la propia vida entera con todos los errores, extravíos y torpezas. Poder validar mi actualidad y mi presencia con integridad significa hacerme responsable de todo mi pasado como si de un entrenamiento se tratase, entrenamiento al que no le sobra ni falta nada. Significa reconocer mi propia historia como una totalidad coherente que me otorga la especificidad de ser el que soy, como soy ahora, ni más ni menos. No tendría sentido el París-Dakar sin la dificultad propia de la prueba, sin problemas, accidentes y alguna desgracia. Y todos los participantes saben que sólo uno ganará y que probablemente y con mucha suerte, sólo serán eso: participantes

Yo a eso le llamaría perdón. Papá y mamá lo han hecho bien, como lo tenían que hacer, para eso ellos tuvieron su vida, para ser así. Les agradezco y suelto. Mis malos y buenos profesores, mis amigos y enemigos, mis parejas, mis obras y mis desastres, mis pecados, mis ausencias, mis esfuerzos vanos, mis paseos, mis vicios, mis entretenimientos, todo mi dolor, el sentido y el guardado, todo mi gozo y mi goce, todo mi todo, todo mi nada… Todo para llegar hasta aquí hoy

La acción se vuelve, desde esta óptica, un ejercicio de apreciación y asunción de suconsecuencia. No se puede comer al pollo sin matarlo. Y, por uno de esos principios fundamentales de la vida, el pollo dejará de serlo cuando me lo coma, pasará a ser un poco yo y un poco mierda. Sería importante rescatar lo que un día era ley. Sería importante rescatar el acto de matar al pollo para recuperar el real significado de su ser vivo y dignificar su muerte para dignificar la vida que nos da, la que le tomamos. Sería importante hacer lo mismo con el solomillo, la pescadilla, el árbol, las personas, las piedras, la energía y con todo lo que usamos. Podríamos reconocer el alcance real de las cosas y las vidas con que nos vivimos. Creo que si nos diésemos cuenta del dolor, del coste que genera nuestra existencia y lo honrásemos, podríamos relativizar el nuestro y ubicarlo en el justo lugar de la paleta. Y este es el sentido de la recapitulación en el trabajo terapéutico

Todos sabemos que el recuerdo es un apaño para perpetuar la historia y que “yo” no es la conciencia de ser que uno tiene, sino el recuerdo que uno tiene de sí, el apaño. Apaño de paño y letra. Apaño verbal que envuelve una verdad, que la vela. La cuestión no es lo loco que uno pueda estar, sino cómo y cuánto uno es capaz de manejarse con ello. La cuestión no es la herida a la que se llega, sino la venda que la mantiene ahí, infectada. No es lo que se sufre, sino para qué sirve. Como momias nos hace el carácter sin conciencia, como traje nos sirve, si nos pertenece

lenguaje artístico

Desengañémonos, el arte sólo no es curativo. Mejor dicho, la producción artística o el espectáculo artístico sin más, no son curativos. No es más curativo que una puesta de sol o un porro. Pintar un cuadro no cura más que comerse un plato de gambas a la plancha. Ni ir a un concierto más que escuchar “Radio Nacional”. Sino podríamos plantearnos un buen chute de Louvre o un paseo por la catedral de Burgos para ahorrarnos un tiempito de terapia. No. Se sabe, sabemos, que lo que sana no es la cosa, no son las cosas. Lo que sana es la relación entre personas, porque estamos enfermos gracias a la relación, a desafortunadas, torpes o erradas relaciones. Y no es la que sana cualquier relación, sino un cierto tipo de relación. Y si el intermedium entre persona y persona en esa cierta relación es la cosa, pues bendita sea la cosa!

Somos seres relacionales. Y también objetuales. Nuestros objetos están cargados, impregnados de nosotros, así como nosotros de ellos. Permanecemos vinculados íntimamente al mundo en que vivimos, a las personas con las que vivimos y todo nuestro entorno reverbera en nosotros. Somos un hueco que percibe dentro del entorno y se nutre de él y nutre a su vez, un hueco que es testigo de lo que existe y está conformado en el tiempo y el espacio por eso que existe. Somos un agujero negro. Todo lo que entra en nuestro mundo interno deja de ser y pasa a formar parte de este milagro al que llamamos “yo” que se reconoce y vincula con milagros semejantes

Pero los objetos permanecen inertes (sin arte) si no están preñados de significado. Como nosotros mismos. Y mientras no sepamos apreciarlo y no sepamos cómo, así seguirán, inertes. Como nosotros si no nos apreciamos, si no conocemos. El fenómeno que puede suceder entre el sujeto y la cosa es de comunicación, con lo cual siempre ha de haber alguien al otro lado del objeto. Un sujeto emisor o receptor, pero sujeto de experiencia. Porque la experienciaes un fenómeno comunicativo en diferentes niveles: corporal, energético, emocional, cognitivo, etc. Niveles de experiencia no separados, sino íntimamente interrelacionados. Y ocurre que el lenguaje artístico es abierto y la lectura desde los sentidos (oído, vista, tacto, percepción cinestésica…) se multiplica geométricamente gracias a la sinestesia (podemos ver el sonido o escuchar el dibujo de un movimiento…), con lo cual la experiencia artística se vuelve tan compleja en su descifrado que es muy difícil apañarla, controlarla o censurarla. Y es por esta razón que el lenguaje artístico es poderoso puesto al servicio del Trabajo Interno y, es por esta misma razón, delicado de usar

Así, quedamos que nuestros problemas son de significado, bueno más bien de significantes. En realidad, podríamos decir de lectura y no de diccionario, sino de relaciones (otra vez, bienaventurada palabra) entre significantes. Y no de entendimiento de códigos, sino de comprensión de lenguajes. El asunto no es saber música, es tener oído musical. No es saber pintar, es saber ver. No es saber bailar, es sentir el movimiento, es cazar el equilibrio en la bici. Y es una gran “bola” que eso sea un don. Eso se enseña, se aprende, se nota, se desarrolla y se integra cuando se siente

Esa relación pues, se establece a través del lenguaje. De ese manejo especial del lenguaje. Y en este prodigio la palabra sólo es una pequeña parte, bien importante claro, pero pequeña, del rincón verbal, trasero y trastero, de nuestra querida mente. Podemos considerar artísticos todos esos otros lenguajes en juego que involucran el resto del chisme neuronal, especialmente su hemisferio derecho. Contemplo al artista como alguien que atisba los secretos de la gramática de la vida y se arriesga a decir lo que no sabe, desde lo que siente, nota o intuye. Contemplo a los que aprecian esa magia como privilegiados que se entregan al asombro, al pasmo de la belleza y que se exponen a que se dé la maravilla, o no

El lenguaje es algo inmanente a la naturaleza. La vida es un fenómeno comunicativo que se produce en infinitos niveles. El árbol con la tierra, la flor con el insecto, cada ser vivo con la propia especie y consigo mismo en el tiempo, de célula a célula. Sostenerse uno como ser vivo es un portentoso milagro de comunicación interna permanente, que tira de la memoria de especie y de la información externa que procesa, que mantiene su cohesión gracias a un cordial sistema de atracción, cooperación y solidaridad celular ejemplar, que cuando se confunde, se despista o se deshace, duele tanto! Si a esto no le llamamos amor, cómo le llamamos?

arterapia

Una mujer yace en el suelo. Lleva quince minutos respirando, respirando fuerte,hiperventilando. Hace calor. Música de percusión, caliente y sensual. Estamos casi a oscuras. Me acerco despacio y deposito sobre ella, a lo largo de su pechovientre, una pieza de doce quilos de barro. Está húmedo y fresco. Aumenta el ritmo, se hace estacato intenso. Lo aprieta con sus manos, hunde sus dedos y lo abre como si se abriera ella misma. Un grito desgarrado brota de su garganta y algo brutal surge de sus entrañas, como si se le saliese el alma y por fin la viera. Ahora, ya, la música estrepitosa cambia, se hace grande y da espacio al corazón . La cadencia se hace lenta y la armonía íntima. Acaba la sesión ante un espejo, mirándose en silencio, mirando desde dentro adentro, algo que no sabe. Sólo siente. Después escribirá un poema de amor a ese misterio levemente desvelado. Después hablamos y su voz resuena a toda ella y llena el aire y es canción. Nos callamos por fin y dejamos ser a Eso

Los lenguajes artísticos suscitan, son connotativos y abiertos. En arterapia los usamos como formas diversas de expresión, de manifestación. No por sus cualidades representacionales o descriptivas, enGestalt no interesan. Los usamos por sus posibilidades evocadoras, porque permiten acercarse más a las incrustaciones emocionales de la experiencia, a su reorganización o descalabro. Porque cuando uno dice con otro lenguaje distinto al acostumbrado, dice de nuevo, y al decir de nuevo no puede decir lo viejo, lo que se sabe. Ve de nuevo, vive de nuevo, se integra y se hace de nuevo, diferente

Podemos concebir el concepto de lo “holístico” (al que la Gestalt se adscribe por naturaleza) como aplicable a los lenguajes artísticos y su utilización terapéutica. Y podemos considerar asimismo que todos forman parte de un único lenguaje, con una estructura particular susceptible de comprenderse y emplearse, con un juego de leyes que le son propias y gobiernan todas y cada una de las artes de manera, podríamos decir, holográfica. Entonces no hablamos de pintura o música, hablamos de lenguajes plásticos, de lenguajes sonoros o literarios. Diversos lenguajes, integrativamente manejados, desde ese lenguaje (la arterapia), logran desbaratar la coherencia de la propia locura y la obstinada idiotez de defender el mismo empeño de ser uno mismo quien cree ser

El arterapeuta se convierte a la sazón en un artista que propone y participa, en íntima relación con el paciente, un acto creativo artístico. Marca unas reglas de juego como coordenadas de ejecución y enmarca unos principios sencillos que invitan a su acompañado a ser autor de la propia obra en un proceso de realización atento al diálogo con el material (sea este plástico, sónico, corporal, espacial… o el que sea) en un aquí-ahora dinámico. Tutela la conciencia en ese tránsito y señala su despiste. En eso consiste su intervención, en poner banderillas, cambiar el rumbo, introducir pautas nuevas, suspender, puntuar, acentuar…

Diferentes dimensiones implicadas: espacio, volumen, tiempo, sonido, luz… Diferentes técnicas simples o combinadas: dibujo, pintura, modelado, música, voz hablada o cantada, teatro, danza, movimiento, marioneta, instalación, performance… Diferentes materiales y soportes: barro, tela, pigmentos, marmolina, témpera, papel, plásticos, alambre, material encontrado o de reciclado, libros, discos, películas, instrumentos, materiales sonoros, flores, aromas, comida, espacios naturales, jardines, la calle, la gente… Diferentes niveles de trabajo con diferente repercusión. El esquema es básicamente el mismo. Cambia la temporalización y la profundidad. Depende de la continuidad en la tarea, de la posibilidad de elaborar la evolución de la obra y su desarrollo. Depende de las operaciones involucradas en la producción artística y de la integración de lo vivido en su ejecución.

Existe una arterapia para ver por donde anda una persona y sus propuestas son sencillas y fáciles: hacer hablar los botones de la camisa entre sí, pintar una flor, poner voz alta a una palabra, ponerle música, masticarla para ver en qué se convierte… Existe una arterapia para expresar, para darle forma a una emoción atascada o desplegar una energía que se ha de drenar para ver lo que hay detrás: moldear una pieza de barro como si del propio corazón se tratase, impregnarse de rojo y encarnar el propio dolor, construir un ídolo y destrozarlo o quemarlo… Existe unaarterapia para explorar, para hacer un recorrido y ampliar la conciencia sobre algo: ser una nube y crecer hasta llover, desarrollar la firma del propio nombre hasta bailarla en el espacio, interrelacionarse en grupo a través de los colores de las emociones… Existe una arterapia para profundizar, para entrar en temas y dejarse conmover íntimamente: realizar un tarot con la propia biografía, realizar un reportaje de un día de la vida, construir un móvil con el genograma familiar, aventurarse en los recovecos de la sombra… Existe una arterapia catártica, en la que se va al encuentro del trance, del tránsito a un estado alterado de conciencia: un trabajo de respiración para experimentar la propia muerte, un trabajo chamánico en la naturaleza, una regresión al tiempo anterior al nacimiento envolviéndose en plástico dentro de un útero de espuma insonorizado, etc

Esta es la arterapia que yo conozco. Suelo decir de ella que a través de la manipulación, unas veces individual y otras grupal de elementos plásticos, sonoros, espaciales, dramáticos, etc, pretende crear un espacio lúdico de experimentación que sirva para despertar la conciencia. Suelo decir que en Arterapia la persona, utilizando su artista, obtiene recursos para poder desplegar y utilizar su propio potencial. Que la creación es la manera más auténtica de ejercer el Yo

posdicho

Dije que te diría y hasta aquí he dicho. Y, como te dije, no creo que sea lo dicho lo que he querido decirte. Espero que te haya dicho todo lo que no te he dicho. Dicho lo cual…